«Nada oculto que no haya de ser manifiesto»
Es más fácil construir niños fuertes, que reparar a hombres rotos.
Frederick Douglass (1818 – 1895) escritor, editor y orador abolicionista estadounidense famoso como reformador social.
Por muchos años el tema del abuso sexual a la infancia se ha mantenido oculto y en secreto dentro del ámbito cristiano de toda confesión. Aunque los abusos sexuales se presentan en todas las religiones, instituciones, clases y grupos sociales, familia, etc.
En lo que se refiere al cristianismo, Jesucristo en los Evangelios nos habla que la vida de un niño/a tiene un gran valor para Dios, e insta a estar «atentos», para proteger a la infancia de todo daño que les impida alcanzar el «reino de Dios», «…porque el reino de Dios es de los que son como ellos…» advirtiendo a los agresores que infringen daño a los niño/as, «que mas le valdría que le arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello».
Todo abuso es un obstáculo que hace tropezar al niño/a, impidiéndole alcanzar el «reino de Dios»; perjudicando su desarrollo, su personalidad, su voluntad; siendo afectados en su capacidad de confiar, de amar; y esto a su vez, produce un quiebre en su identidad y autoestima. Afectándoles en su vida adulta para alcanzar una vida plena.
Solo PROTEGIENDO, PREVINIENDO Y DENUNCIANDO todo tipo abuso en la etapa mas vulnerable, la infancia y adolescencia, los Seres Humanos estaremos preparados sin daños y taras psicológicas, para alcanzar nuestro pleno desarrollo como personas adultas, siendo libres y dueñas de nuestro propio destino.
Además como «comunidad terapéutica» la iglesia debe ser capaz de denunciar, también expresar con el ejemplo los valores del «reino de Dios» que predica y contribuir a la restauración, liberación y sanidad de los afectados por estos abusos, tal como Jesús lo realizó y encomendó a sus discípulos.
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.
Lucas 4:18-19
Por esta razón no es posible ya ocultar este tema y es hora que: ROMPAMOS EL SILENCIO DE TODO TIPO DE ABUSO EN LA IGLESIA.
Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salir a la luz.
Lucas 8:17