Tu eres buena, tu eres lista, tu eres importante.
En esta escena de la película Criadas y Señoras la criada, Aibileen, enseña a la pequeña Mae Mobley que ella es una niña buena, lista e importante para que cuando sea mayor nadie le haga creer lo contrario.
Porque el niño que ha sido permanentemente cuestionado y descalificado por sus padres suele convertirse en un enemigo de sí mismo. De esta manera, desarrolla un diálogo interior en el que la constante son los auto-reproches y las auto-recriminaciones.
Este niño, en su vida adulta, probablemente jamás se va a sentir conforme con lo que haga, lo que diga o piense. Siempre va a encontrar la forma de sabotear sus planes y le va a ser muy complicado aceptar que también tiene virtudes y aciertos. Sentirá que no merece el afecto, ni la comprensión de nadie y que sus expresiones de amor hacia los demás carecen de toda validez.
Por lo general, se convierten en adultos aislados y huidizos que sienten pánico en situaciones de contacto social. A la vez, son extremadamente dependientes de la opinión de otros. Ante la más mínima crítica de los demás, se desvalorizan por completo, ya que no saben distinguir una observación objetiva de un ataque personal.